Broche de vinilo de La Canica |
Recuerdo los sábados por la mañana en pijama ver con mi hermano los episodios de Pipi Lanstrung.
¡Nos encantaba!, a mi eso de tener un mono y un caballo en casa me parecía genial y comer caramelos a todas horas ni te cuento.
A mi hermano en cambio le molaba más el cofre lleno de dinero y poder levantar al caballo con una mano… era un cafre.
El caso es que me chiflaba, yo creo que tuve hasta una Lesly que era Pipi…
¿Y que me decís de la cancioncilla tan pegadiza?
Vamos a jugar
a mi casa que es todo un castillo.
Vais a conocer
mi pequeño mono Mister Nilsson.
Sé que os va a gustar
un caballo que vive conmigo,
si queréis montar
le debéis llamar pequeño Tío.
Pipi Calzaslargas, Pipilota para los niños soy.
Pipi Calzaslargas sí señor esa soy yo.
Pipi Calzaslargas, Pipilota para los niños soy.
Pipi Calzaslargas sí señor esa soy yo………
Ahora investigando un poquillo por ahí he encontrado cosas curiosas.
Al parecer hubo un tiempo en el que no estuvo muy bien vista en los círculos educativos, fundamentalmente en países conservadores y con dictaduras. En principio las editoriales rechazaron las historias de Pippi alegando que eran antieducativas y contrarias a los métodos de educación y valores morales impuestos en aquella época, hablamos de los años 30, y es que Pipi era una niña un tanto “antisistema”, no iba al cole, vivía sola, se burlaba de la policía:
-"Los policías me gustan menos que la compota agria con moscas"
Fue también un símbolo para el movimiento feminista.
Es económicamente independiente, sabe disparar un revólver y navegar por todos los mares del mundo. Puede levantar un caballo y le gana al hombre más fuerte del mundo, Adolfo el Fuerte.
No está nada preocupada por su aspecto y feminidad,.
Hay una escena muy graciosa, en la que en una de las tiendas de donde vive, hay un cartel en un escaparate que dice: “¿PADECE DE PECAS?”
Pipi entra en la tienda y le dice al dependiente: “no” como respuesta, y este no entiende nada. “Pues no, no padezco de pecas”, le explica. “Pero, querida niña,”, responde el dependiente, “tienes toda la cara llena de pecas”. "Claro que sí”, dice Pippi. “Pero no padezco de ellas. A mí me gustan. ¡Buenos días!”.
A España llego en el gobierno de Suárez, no se sabe si le colaron la serie o fue una escusa para que entrara algo de aire fresco.
Ahora, lo que me gusta de ella es su color de pelo, su casa idílica en la isla sueca de Gotland y los poderes que tiene para limpiarla en un periquete.
Os gusta al versión de Pelusillas y Trastadas?
Broche de "Pipi" en fieltro 15€ |
A mi me pillo más mayor pero tambien me gustaba... muy chulo el broche!!!
ResponderEliminaroh!! que simpatica!! Esta muy bien!
ResponderEliminarYo también veía la serie y la muñequita es preciosa, aunque no es de mis preferidas. Tienes cosas preciosas, te has planteado hacer muñequitos de otras series, yo hay unos cuantos que me encantaría tener????
ResponderEliminarhttp://inukares.blogspot.com/